Donizetti Don Pasquale AGAO 25/10/2015

Chausson incombustible

 

Domingo, 25 de Octubre de 2015. Teatro Gayarre de Pamplona. Don Pasquale: Ópera bufa en tres actos con libreto de Giovanni Ruffini y Gaetano Donizetti y música de Gaetano Donizetti, estrenada en el Teatro Italiano de París el 3 de Enero de 1843. Carlos Chausson (Don Pasquale), Marcin Bronikowski (Doctor Malatesta), José Luis Sola (Ernesto), Ruth Iniesta (Norina / Sofronia), Jon Arretxe (Carlotto). Coro Premier Ensemble de la Asociación Gayarre de Amigos de la Ópera. Íñigo Casalí, director del coro. Orquesta Sinfónica de Navarra. Alfonso Romero-Mora, director de escena. Miquel Ortega, director musical. Función organizada por la Asociación Gayarre de Amigos de la Ópera.

 

En casi todas las óperas, hay algún personaje que termina destacando. Las razones pueden ser muy diversas: el número y dificultad de sus arias, su carácter, la calidad de la música que el compositor le haya reservado… En ocasiones se da el caso de que un personaje secundario, como Micaela de Carmen, puede convertirse en una herramienta fantástica para que sus intérpretes se luzcan con poco esfuerzo.

En el caso de Don Pasquale, es verdad que los cuatro personajes principales gozan de momentos de gran lucimiento, pero es el papel titular el que debe terminar destacando. Este personaje requiere de un gran cantante con dotes cómicas, desenvoltura escénica y capacidad para articular sílabas a gran velocidad sin perder aliento. La parte no tiene arias destacadas, pero en los concertantes y en los dúos con los otros tres protagonistas debe estar a la altura.

En la interpretación que nos ocupa de Don Pasquale, que celebraba los primeros veinticinco años de existencia de la Asociación Gayarre de Amigos de la Ópera, el gran protagonista fue sin duda Carlos Chausson, uno de los más destacados Don Pasquale de nuestro tiempo. El bajo aragonés demostró poseer  todas sus capacidades intactas y ofreció un recital en el orden musical y en el dramático. Sus aires de grandeza en la escena de la boda, sus arranques de ira al comprobar la magnitud de los gastos de Sofronia y la manera con que cincelaba cada frase, e incluso cada palabra, fueron admirables. Pero lo más sorprendente fue la manera en que articulaba cada sílaba en las partes de canto silabado, esos terribles trabalenguas que su personaje debe pronunciar en los dos últimos actos. Su triunfo fue absolutamente indiscutible.

A su lado, Ruth Iniesta realizó una buena actuación. Esta soprano, igualmente aragonesa, sorprendió en Burlada en su intervención como Adina en L’elissir d’amore, y volvió a mostrar su voz atractiva, su cálido fraseo (lástima que la primera parte de su primera aria se escuchara casi sólo a través de la radio), y su desenvoltura en la entonación de las frases. En esta ocasión, mostró al comienzo algunas apreturas en el registro agudo que fueron remitiendo.

José Luis Sola realizó una buena prestación como Ernesto. Su gran escena del segundo acto dio una idea muy cabal de sus virtudes y defectos. La cavatina fue cantada con extraordinario gusto e intención, con gran lirismo y exquisitas frases de gran suavidad. Al llegar la cabaletta, las agilidades se resolvieron igualmente con precisión pero el agudo final, no escrito en la partitura, resultó falto de proyección. En todo caso, José Luis Sola fue a más a lo largo de la función.

El doctor Malatesta fue interpretado por Marcin Bronikowski, que cantó su parte con gran seguridad, aunque no resolvió con tanta brillantez sus pasajes más comprometidos del segundo acto. El Coro de la AGAO tenía una intervención muy breve que supo realizar con gran diligencia. La Orquesta Sinfónica de Navarra realizó una buena actuación bajo las órdenes de un Miquel Ortega perfectamente conocedor de la materia, que supo acompañar con atención y gran cuidado a todos los detalles.

En conjunto, fue una función muy divertida de Don Pasquale, en donde hubo muchos momentos de gran nivel canoro. Pero de todo ello lo más destacable fue la actuación de un Carlos Chausson que, veinticinco años después de aquellas funciones de Don Pasquale en donde él también cantó el papel titular, sigue demostrando su carácter incombustible e inasequible al desaliento.

 

Autor entrada: Xabier Armendariz

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