MÚSICA Xabier Armendáriz
«Espíritu festivo»
Viernes, 17 de diciembre de 2021. Auditorio y Palacio de Congresos Baluarte de Pamplona. Joseba Garde, tenor. Coro Juvenil del Orfeón Pamplonés. Juan Gaínza, director del coro. Orfeón Pamplonés. Igor Ijurra, director del coro. Orquesta Sinfónica de Navarra. Juanjo Ocón, director. Obras tradicionales y de Piotr Illyich Tchaikovsky, Ennio Morricone, Johann Strauss Hijo, Bartolomé de Ercilla, Katherine Davis y Jesús Guridi. Concierto Especial de Navidad organizado por Fundación Baluarte.
_______________________
Se va acercando el final de año y, poco a poco, empiezan a aparecer los habituales conciertos de Navidad. Lamentablemente, este año no tendremos el concierto participativo que, en otras ocasiones, ha organizado la Fundación La Caixa, y tampoco encontramos en la programación musical pamplonesa ninguna obra de gran formato de tipo navideño. Pero tanto la Fundación Baluarte como La Pamplonesa presentan estos días sendas propuestas centradas en repertorio propio del momento, ya sea por haber sido creado especialmente con esa intención o porque, como ocurre con las obras de los Strauss vieneses, lo hemos asociado a esta época del año.
En el caso de la propuesta ofrecida por Fundación Baluarte, observamos un programa que podría entenderse como especialmente variado o más bien heterogéneo, según cómo se contemple. Hablamos de una combinación de villancicos, música de ballet de Tchaikovsky, polkas de Johann Strauss hijo con o sin la colaboración de su hermano Josef y los temas principales de las dos bandas sonoras más conocidas de Ennio Morricone. De todo ello, la presencia de Morricone es lo que más puede llamar la atención, en cuanto que en teoría no hablamos de películas relacionadas necesariamente con la Navidad, al menos de forma directa; pero el caso es que tanto La misión como Cinema Paradiso tienen temas principales de poderoso encanto melódico y un cierto carácter sentimental, que de alguna manera parece adecuado para este período del año. El conjunto prometía un rato divertido y agradable para un público dispuesto a disfrutar. La presencia de Juanjo Ocón en el podio, junto con la participación del Orfeón Pamplonés y un conjunto bien trabajado como la Sinfónica de Navarra, aseguraba un grado de calidad y eficiencia en los resultados.
A partir de ahí, podemos ahondar y entrar en algunos detalles, aunque sean los más generales. Juanjo Ocón empezó con gran fuerza dramática en la célebre escena que inicia el segundo acto de El lago de los cisnes de Tchaikovsky y demostró tener finura suficiente para administrar con tino el rubato en la Polka pizzicato de los hermanos Strauss, aunque en la Trisch-Trasch y Bajo truenos y relámpagos tomó tempi quizá demasiado prudentes. En la música de Morricone, permitió a la orquesta frasear con la amplitud necesaria y en todas las obras en las que acompañó al Orfeón gobernó todo con eficacia y atención a los detalles, luciendo especialmente el peculiar arreglo de El tamborilero, tan reminiscente del Bolero de Ravel. El Orfeón Pamplonés no demostró su potencia y redondez habitual, (las preceptivas y necesarias mascarillas siguen dificultando proyectar las voces como antaño), pero contar con la participación añadida del Orfeón Juvenil tiene la ventaja de ofrecer una mayor frescura vocal.
El concierto se cerró como suele ser habitual en estos casos, pues sonó la Marcha Radetzky de Johann Strauss Padre, con las palmas de rigor del público presente. No obstante, creo que buena parte de los asistentes habría agradecido que se hubiera escuchado alguna otra propina con la participación del Orfeón Pamplonés. En todo caso, fue una velada musical entretenida, pensada para imprimir espíritu festivo en el público y que cumplió los objetivos que pretendía.