EL ORFEÓN PAMPLONÉS Y OSN «CONSUELO Y ESPERANZA» EN BALUARTE

CLÁSICA Xabier Armendáriz

«Consuelo y esperanza»

Jueves, 15 de octubre de 2020. Auditorio y Palacio de Congresos Baluarte de Pamplona. Andrea Jiménez y Berna Perles, soprano. Pablo García-López y César Gutiérrez, tenores. Damián del Castillo, barítono. Enric Martínez-Castignani y Javier Povedano, bajos. Orfeón Pamplonés. Igor Ijurra, director del coro. Orquesta Sinfónica de Navarra. Manuel Hernández-Silva, director. Ludwig van Beethoven: Fidelio, Op. 72: Selección, (1814). Concierto inscrito en la temporada de abono de la Orquesta Sinfónica de Navarra 2020-2021, ofrecido a puerta cerrada y retransmitido en directo por Navarra TV 2.

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Ludwing van Beethoven sigue de actualidad, y no sólo por cumplirse los 250 años de su nacimiento. Su única ópera, Fidelio, ha alcanzado en este año tan especial una resonancia diferente, que puede comprobarse en algunos de los textos de la obra. Escuchar en el final del primer acto el coro de los prisioneros, que agradecen de corazón la posibilidad de respirar aire puro después de tanto tiempo de encierro, nos hace pensar en situaciones que hemos vivido muy recientemente; además, las proclamas de libertad e igualdad que se escuchan en la escena final no pierden actualidad. Por último, Fidelio es una de las mayores afirmaciones de la mujer en la Historia de la Ópera. Hablamos de una obra singular, dramáticamente imperfecta, en la que Beethoven invirtió numerosos esfuerzos durante más de diez años y en la que puede escucharse mucha música admirable.

La presentación de Fidelio de Beethoven al comienzo de esta temporada de la Sinfónica de Navarra tenía un gran interés a priori, más aún tratándose de una ópera que aquí se ha ofrecido muy raramente. Pero las circunstancias han impedido que esta función se realizara como todos habríamos deseado. Para que este concierto fuera posible con asistencia de público, ha habido que realizar numerosos cortes sobre la partitura, que no se han restaurado. Se han eliminado lógicamente las numerosas partes habladas, pero también varias secuencias musicales, algunas veces justificadamente (la marcha con la que se anuncia la llegada de Don Pizarro en el primer acto) y otras de forma mucho menos explicable. De hecho, la escena que supone el verdadero nudo dramático de la acción (el momento en que Leonora da a conocer su identidad para rescatar a su marido de la cárcel) estuvo completamente ausente, mientras que otros fragmentos de menor valor musical sí se escucharon.

Interpretativamente, la función estuvo generalmente bien resuelta. Berna Perles hizo una interpretación muy musical como Leonora, cantando con mucho gusto y llevando a su máximo una voz que seguramente no es la más indicada para el papel, que en teoría necesita mayor entidad dramática. Más bien lo contrario ocurrió con el Florestán de César Gutiérrez, un tenor que demostró una voz de grandes dimensiones, pero que sólo al comienzo de su comprometida aria supo plegar para conseguir efectos musicales interesantes. Tanto Damián del Castillo como Enric Martínez-Castignani cantaron eficazmente los papeles de Don Pizarro y Roco; su tarea se facilitó considerablemente porque los cortes reducían mucho la extensión de sus papeles. Por último, tanto Pablo García-López como Andrea Jiménez compusieron una pareja cómica que funcionó muy bien, al nivel de otras producciones con mayor pedigrí.

Manuel Hernández-Silva planteó la ópera mirando más hacia Mozart que hacia adelante, con tiempos muy ligeros y sin explorar todo el potencial de algunos momentos clave, como el citado coro de prisioneros, pero su dirección tuvo brío y drama y demostró conocimiento del estilo beethoveniano. Se apoyó en una Sinfónica de Navarra en buena forma y en un Orfeón Pamplonés igualmente muy disciplinado.

Así pues, fue una selección de Fidelio ofrecida en condiciones adversas y que confiamos que sirva para llevar a los aficionados navarros a través de la televisión consuelo y esperanza, pues ambas cosas son muy necesarias en los tiempos que corren.

Jueves, 15 de octubre de 2020. Auditorio y Palacio de Congresos Baluarte de Pamplona. Andrea Jiménez y Berna Perles, soprano. Pablo García-López y César Gutiérrez, tenores. Damián del Castillo, barítono. Enric Martínez-Castignani y Javier Povedano, bajos. Orfeón Pamplonés. Igor Ijurra, director del coro. Orquesta Sinfónica de Navarra. Manuel Hernández-Silva, director. Ludwig van Beethoven: Fidelio, Op. 72: Selección, (1814). Concierto inscrito en la temporada de abono de la Orquesta Sinfónica de Navarra 2020-2021, ofrecido a puerta cerrada y retransmitido en directo por Navarra TV 2.

L UDWING van Beethoven sigue de actualidad, y no sólo por cumplirse los 250 años de su nacimiento. Su única ópera, Fidelio, ha alcanzado en este año tan especial una resonancia diferente, que puede comprobarse en algunos de los textos de la obra. Escuchar en el final del primer acto el coro de los prisioneros, que agradecen de corazón la posibilidad de respirar aire puro después de tanto tiempo de encierro, nos hace pensar en situaciones que hemos vivido muy recientemente; además, las proclamas de libertad e igualdad que se escuchan en la escena final no pierden actualidad. Por último, Fidelio es una de las mayores afirmaciones de la mujer en la Historia de la Ópera. Hablamos de una obra singular, dramáticamente imperfecta, en la que Beethoven invirtió numerosos esfuerzos durante más de diez años y en la que puede escucharse mucha música admirable.

La presentación de Fidelio de Beethoven al comienzo de esta temporada de la Sinfónica de Navarra tenía un gran interés a priori, más aún tratándose de una ópera que aquí se ha ofrecido muy raramente. Pero las circunstancias han impedido que esta función se realizara como todos habríamos deseado. Para que este concierto fuera posible con asistencia de público, ha habido que realizar numerosos cortes sobre la partitura, que no se han restaurado. Se han eliminado lógicamente las numerosas partes habladas, pero también varias secuencias musicales, algunas veces justificadamente (la marcha con la que se anuncia la llegada de Don Pizarro en el primer acto) y otras de forma mucho menos explicable. De hecho, la escena que supone el verdadero nudo dramático de la acción (el momento en que Leonora da a conocer su identidad para rescatar a su marido de la cárcel) estuvo completamente ausente, mientras que otros fragmentos de menor valor musical sí se escucharon.

Interpretativamente, la función estuvo generalmente bien resuelta. Berna Perles hizo una interpretación muy musical como Leonora, cantando con mucho gusto y llevando a su máximo una voz que seguramente no es la más indicada para el papel, que en teoría necesita mayor entidad dramática. Más bien lo contrario ocurrió con el Florestán de César Gutiérrez, un tenor que demostró una voz de grandes dimensiones, pero que sólo al comienzo de su comprometida aria supo plegar para conseguir efectos musicales interesantes. Tanto Damián del Castillo como Enric Martínez-Castignani cantaron eficazmente los papeles de Don Pizarro y Roco; su tarea se facilitó considerablemente porque los cortes reducían mucho la extensión de sus papeles. Por último, tanto Pablo García-López como Andrea Jiménez compusieron una pareja cómica que funcionó muy bien, al nivel de otras producciones con mayor pedigrí.

Manuel Hernández-Silva planteó la ópera mirando más hacia Mozart que hacia adelante, con tiempos muy ligeros y sin explorar todo el potencial de algunos momentos clave, como el citado coro de prisioneros, pero su dirección tuvo brío y drama y demostró conocimiento del estilo beethoveniano. Se apoyó en una Sinfónica de Navarra en buena forma y en un Orfeón Pamplonés igualmente muy disciplinado.

Así pues, fue una selección de Fidelio ofrecida en condiciones adversas y que confiamos que sirva para llevar a los aficionados navarros a través de la televisión consuelo y esperanza, pues ambas cosas son muy necesarias en los tiempos que corren.

Autor entrada: xabier armendariz

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