MÚSICA CLÁSICA Xabier Armendáriz
«El otro Schumann»
Jueves, 11 de mayo de 2023. Auditorio y Palacio de Congresos Baluarte de Pamplona. Johanna Winkel y Sofía Esparza, soprano. Ana Ibarra, mezzosoprano. Steve Davislim, tenor. Thomas Laske, barítono. Orfeón Pamplonés. Igor Ijurra, director del coro. Orquesta Sinfónica de Navarra. Perry So, director. Robert Schumann: El Paraíso y la Peri, Op. 50, (1843). Concierto inscrito en la temporada de abono de la Orquesta Sinfónica de Navarra 2022-2023.
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En la programación musical pamplonesa, los grandes oratorios compuestos durante el siglo XIX han tenido últimamente una presencia más bien escasa. Hace bastantes años de las últimas veces que se han escuchado obras como Elías y Paulus de Felix Mendelssohn, dos obras clave en la recuperación del género durante esta época. En cuanto a La infancia de Cristo de Hector Berlioz, el público pamplonés conoce bien sólo su número más popular, (la célebre despedida de los pastores), y, como ocurre prácticamente en cualquier lugar fuera del ámbito anglosajón, apenas hemos tenido noticias de El sueño de Geroncio de Edward Elgar. Son algunos de los grandes jalones de un repertorio amplio, creado durante toda la centuria para lucimiento, entre otras, de las sociedades corales que estaban surgiendo en aquella época, de las cuales nuestro Orfeón Pamplonés fue un ejemplo más.
Por eso, entre otras razones, era especialmente interesante el concierto que nos ocupa, que suponía la programación en Pamplona de El Paraíso y la Peri de Schumann. Estamos ante la obra sinfónico-coral más importante y ambiciosa del compositor alemán, y sin duda ante uno de los oratorios románticos más destacados. Es de justicia reconocer que la inspiración se reparte de manera algo irregular, (el final de la primera parte resulta algo bombástico), pero la tercera parte de la obra reúne música de verdadera importancia, empezando por su mismo coro inicial, quizá el fragmento más reconocido de una obra por lo demás realmente infrecuente. En parte porque, si se analiza la escritura con atención, el reparto necesario para hacerle justicia no es fácil de reunir.
El que se ha dispuesto en Pamplona para esta ocasión ha funcionado, aunque con matices. No resulta fácil describir la voz de Johanna Winkel, protagonista fundamental de esta versión, pues hablamos de una soprano con voz relativamente oscura, pero no especialmente amplia, sobre todo en la región grave y quizá algo ligera para el cometido. Con todo, ofreció una buena interpretación y funcionó musicalmente. Más convincente resultó Sofía Esparza, que ofreció frescura vocal y gran facilidad en su importante participación en la segunda parte. Ana Ibarra ofreció una actuación de gran musicalidad y cantó con atención a los detalles. El tenor Steve Davislim tiene la típica voz característica de los Evangelistas bachianos, con un timbre de calidad discreta en la región grave, que se quedó algo corta; sin embargo, fraseó con atención y calidad. Por último, Thomas Laske resultó seguramente el mejor de todos, pues demostró un fraseo muy pulido y grandes capacidades como liederista.
Perry So dirigió la obra con total dedicación, acompañando de manera adecuada a los cantantes y no dejando que el pulso decayera en ningún momento. Contó con una Orquesta Sinfónica de Navarra en buena forma y con un Orfeón Pamplonés muy bien situado en la obra, algo especialmente notable dado que era una composición nueva para ellos y que buena parte de las secciones corales no son el vehículo ideal para desplegar la contundencia que, se dice, caracteriza especialmente a la agrupación.
En conjunto, fue una recuperación importante, que ojalá sea preludio para una exploración más amplia en un mundo tan apasionante como el oratorio del siglo XIX.