CLÁSICA Xabier Armendáriz
«Alegría de vivir»
Miércoles, 18 de mayo de 2022. Sala de Cámara de Baluarte. Tamar Lalo, flauta. Daniel Oyarzábal, clave. Ensemble La Ritirata. Josetxu Obregón, violonchelo y director. Alessandro Scarlatti: Concierto en Do mayor para flauta de pico, dos violines, violonchelo y bajo continuo. Francesco Durante: Concierto para clave en Si bemol mayor. Nicola Porpora: Sinfonía en Do mayor para violonchelo, violines y bajo continuo. Roberto Valentini: Concierto número 2 en Si bemol mayor para flauta, dos violines, violonchelo y bajo continuo. Nicola Fiorenza: Concierto en Re mayor para violonchelo, dos violines y bajo continuo. Francesco Mancini: Concierto número 13 en Sol menor para flauta, dos violines, violonchelo y bajo continuo. Concierto inscrito en la temporada Baluarte Cámara 2022.
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Una de las tareas más importantes a las que se han dedicado los investigadores especializados en la música barroca es la lectura y la interpretación de los tratados teóricos. En ellos, los autores de cada época histórica nos han ofrecido abundante información sobre las prácticas musicales que conocieron, algo que se puede predicar especialmente de quienes estaban en activo a mediados del siglo XVIII. Gracias a ellos, disponemos de descripciones bastante detalladas sobre la manera en que se interpretaba la música instrumental italiana de dicho período.
En el concierto que nos ocupa, el conjunto vasco La Ritirata, especializado en interpretación de música barroca con instrumentos de época, se presentaba en la Sala de Cámara de Baluarte para interpretar un conjunto de conciertos compuestos en el entorno napolitano durante la primera mitad del siglo XVIII. Hablamos de composiciones en tres o cuatro movimientos (en cuyo caso el primero suele ser un movimiento lento y el segundo un movimiento de tipo fugado), compuestos para una formación que invariablemente contiene dos violines y bajo continuo. Son conciertos compuestos en una estética que nos resulta familiar, gracias a los ejemplos de Antonio Vivaldi y Arcangelo Corelli, pero que nos sigue sorprendiendo por su imaginación.
Fueron especialmente interesantes dos obras en particular. Por una parte, el concierto para clave de Francesco Durante empieza a mostrar rasgos que anticipan los conciertos clásicos, con un clave especialmente protagonista en su labor solista.
Por otra parte, el concierto de Nicola Porpora que llegó inmediatamente después también es de gran interés, quizá no tanto por su valor absoluto, sino sobre todo porque no es habitual escuchar obras instrumentales compuestas por quien fue, seguramente, el gran dominador del panorama operístico napolitano en la primera mitad del siglo XVIII.
El Ensemble La Ritirata ofreció interpretaciones muy logradas técnicamente de todas las obras del programa, bajo el liderazgo siempre experto de un Josetxu Obregón siempre plenamente en estilo. Tamar Lalo realizó magníficas aportaciones como flautista solista en las obras en las que intervino. Daniel Oyarzábal realizó una labor muy meritoria también en el concierto de Durante, donde no se limitó únicamente a tocar su parte solista, bastante amplia y de cierta exigencia, sino que también se unió al bajo continuo en el resto de la obra, como seguramente habrían hecho quienes interpretaran esta obra en el siglo XVIII. Ante un concierto como el que nos ocupa, siempre existe el riesgo de que el resultado pueda parecer algo repetitivo, pero el hecho fue que nunca se produjo una sensación de monotonía y el gran éxito de público habló por sí solo.
De propina, La Ritirata ofreció una siciliana de un concierto de Leonardo Leo, otro importante autor napolitano de óperas del siglo XVIII. Fue un cierre ideal para un concierto que imprimió en todos una alegría de vivir, un espíritu festivo muy apropiado para esta primavera calurosa que estamos pasando.