LA PAMPLONESA «EN DANZA» EN EL GAYARRE

MÚSICA Xabier Armendáriz

«En danza»

Domingo, 19 de diciembre de 2021. Teatro Gayarre de Pamplona. Carmen Larraz, Martín Los Arcos, Martxel Rodríguez y Jon López, bailarines. Banda de Música La Pamplonesa. Obras de Johann Strauss hijo, Carl Maria von Weber, Aram Khatchaturian, Camille Saint-Saëns, Manuel de Falla, Dimitri shostakovitch y Amilcare Ponchielli. Concierto de Navidad organizado por la Banda de Música La Pamplonesa.

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El concierto de Navidad siempre ha sido uno de los eventos más destacados de la Banda de Música La Pamplonesa en todo el año. Para muchos aficionados, esta cita es la que abre en realidad la Navidad en Pamplona, y ese aspecto se veía reforzado más aún en otros tiempos, cuando el programa de la sesión era todos los años más claramente navideño. En los últimos tiempos se han probado muchos formatos diferentes, desde los musicales de Broadway a las llamadas a ilustres conjuntos invitados como Spanish Brass Luur Metalls, pasando por la interpretación de cuentos musicales. En cualquier caso, la esencia es buscar programas de gran gancho popular y atractivo.

En este caso, el programa estaba centrado en el mundo de la danza: extractos de ballets, fragmentos de suites instrumentales con formas de danza, o piezas independientes con motivos de danza. En general, hablamos de piezas que, aunque no formen parte de ningún ballet, llevan tras de sí una amplia tradición coreográfica. Así, la Invitación a la danza de Carl Maria von Weber sirvió de base musical para una de las coreografías más célebres de los Ballets Rusos de Sergei Diaghilev, y la Danza macabra de Camille Saint-Saëns ha sido utilizada muchas veces como base musical para acompañar las evoluciones de los patinadores artísticos. Por otra parte, es interesante hacer notar que, aunque el programa tenía un hilo conductor muy poderoso como era la danza, la variedad de estilos impedía que pudiera surgir en el público ninguna sensación de monotonía, incluso sin contar con el atractivo visual que puede suponer la realización de la coreografía sobre el escenario.

Vicent Egea atacó el comienzo de la obertura de El murciélago de Johann Strauss hijo tal como lo solía hacer Carlos Kleiber; es decir, en pleno vigor de los aplausos del público y aprovechando la inercia de la entrada en el escenario para arrancar con toda la energía. Vicent Egea siempre se ha manejado muy bien en esta obra y una vez más lo volvió a demostrar, trabajando con el tempo con gran atención e incluso con su dosis de rubato. Por lo demás, en ningún momento pareció demasiado evidente que la coreografía que se representaba en escena, siempre de tinte moderno, condicionara la interpretación musical del repertorio. Así, la Invitación a la danza de Carl Maria von Weber fue tomada como si se tratara de un vals al uso, cuando la ortodoxia dice que habría que dirigirla con una mayor presteza. Quizá el mejor momento del concierto fue la interpretación de la Danza macabra de Saint-Saëns, donde el tempo, también relativamente lento, permitió escuchar muchos detalles del arreglo para banda, sobre todo la particular escritura contrapuntística del compositor, que suelen pasar desapercibidos en otras interpretaciones.

Tras la felicitación tradicional de la Navidad, se cerró el concierto con la Marcha Radetzky de Johann Strauss padre, con las entusiastas palmas del público. En conjunto, fue un concierto de Navidad de gran nivel musical, con el atractivo complemento de la danza. La reacción del público al final fue ilustrativa.

Autor entrada: xabier armendariz

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