CLÁSICA Xabier Armendáriz
«Caras nuevas»
Domingo, 13 de marzo de 2022. Teatro Gayarre. Banda de Música La Pamplonesa. Asier Zabalza, director. Rossano Galante: Viaje transcendental (2010). Philippe Sparke: Amanecer en la Puerta del Ángel (2001). Eric Swiggers: La leyenda de Amateratsu (2011). Alfred Reed: Suite para banda de concierto número 5 (1995). Peter Graham: Ventanas del mundo (2008).
_____________________
Con muy pocas excepciones, ha sido inhabitual escuchar en los últimos años a la Banda de Música La Pamplonesa sin ser dirigida por uno de sus dos “titulares”; es decir, J. Vicent Egea y Jesús Garísoain. Lo cierto es que este esquema ha funcionado en el caso de La Pamplonesa de manera muy conveniente. Ambos son músicos con una amplia formación y con habilidades complementarias entre sí: Vicent Egea es ideal para enfrentarse a las obras más complejas del repertorio para banda de concierto y Jesús Garísoain, por su parte, siempre se ha movido muy bien en los repertorios más populares y en todo aquello que suponga el enganche con el público.
Con todo, a La Pamplonesa también le conviene, como a cualquier otra formación, trabajar con otros directores y el concierto que nos ocupa nos permitía presenciar una de estas ocasiones. El director navarro Asier Zabalza ha tenido ocasión de presentarse con La Pamplonesa en un Teatro Gayarre que presentaba una importante asistencia de público, y contando entre ellos con un buen número de partidarios. Y lo cierto es que demostró importantes capacidades.
Se abrió la sesión con Viaje transcendental, una obertura de Rossano Galante que plantea la habitual alternancia entre temas más líricos o más heroicos propia de este género. La obra fue muy bien servida por una Pamplonesa muy motivada y Asier Zabalza presentó ya su sello más característico: su manera de potenciar las secuencias de mayor potencia rítmica. Siguió el concierto con Amanecer en la Puerta del Ángel, una composición que imita algo tópicamente el estilo de Aaron Copland. No es la obra para banda de concierto más espectacular del compositor y Asier Zabalza la defendió con convicción, pero reservándose para otras obras.
A continuación, La leyenda de Amateratsu de Eric Swiggers bien puede considerarse el gran descubrimiento musical del concierto. Tras el pujante comienzo, destaca su sección lírica central, donde la diosa Amateratsu se recoge dejando la Tierra en tinieblas y el momento en que la diosa del placer danza delante del espejo, para atraer su atención. Hablamos de una sección eminentemente orientalista, con un solo de flauta particularmente evocador al estilo Lawrence de Arabia. Como no podía ser de otra manera, fue un vehículo ideal para que las maderas de La Pamplonesa demostraran su calidad y Zabalza dirigió la obra con gran autoridad y sentido de los contrastes.
Quedaban dos obras multiseccionales, de Alfred Reed y Peter Graham, que presentan sucesivos cuadros referidos a diferentes lugares del mundo. Ambas comparten una escritura para banda brillante, e incluso espectacular, pero la obra de Peter Graham, más tópica, (sobre todo en ese Mambo que sirve de inicio y cierre), se presta más como cierre de concierto por su espíritu más “populista”.
Zabalza sacó un gran partido de ambas obras, pero fue en la composición de Reed, sobre todo en la Zarabanda, donde pudo demostrar su capacidad para conseguir de la Banda un sonido empastado y un fraseo plenamente estilístico, sobrepasando las teóricas connotaciones estilísticas de las distintas épocas. En conjunto, fue un concierto que volvió a demostrar la amplitud del repertorio para banda y nos permitió conocer a un director, ciertamente, de gran valía.