«UN CONCIERTO INFRECUENTE» DE ANNE GASTINEL (VIOLONCHELO) CON EUSKADIKO ORKESTRA EN BALUARTE

MÚSICA Xabier Armendáriz

“Un concierto infrecuente”

Martes, 9 de mayo de 2023. Auditorio y Palacio de Congresos Baluarte de Pamplona. Anne Gastinel, violonchelo. Orquesta Sinfónica de Euskadi. Karel Mark Chichon, director. Andris Zednitis: Postludio: Hielo, (2009). Erich Wolfgang Korngold: Concierto para violonchelo y orquesta en Do mayor, Op. 37, (1946). Sergei Prokofiev: Romeo y Julieta: Selección, (1935). Concierto inscrito en la temporada de abono de la Orquesta Sinfónica de Euskadi 2022-2023.

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El nombre de Erich Wolfgang Korngold no es especialmente conocido por los aficionados a la música clásica de la primera mitad del siglo XX. Sin embargo, hablamos de uno de los autores más dotados de este período. Destacó ya como niño prodigio, componiendo poemas sinfónicos y óperas, llamando la atención entre otros de Richard Strauss y Gustav Mahler. Su obra más conocida es su Concierto para violín y orquesta, un encargo de Jascha Heifetz que hace pocos meses interpretó la Orquesta Sinfónica de Navarra, y afortunadamente cada vez es más habitual que se represente su ópera La ciudad muerta. Pero seguramente una de las razones de que este compositor no esté tan considerado como merece es que, tras su exilio estadounidense, Korngold dedicó sus energías a componer música fílmica, cimentando el lenguaje musical del género durante más de veinte años.

De hecho, en la sesión que nos ocupa, tuvimos una interesante muestra de ello. El Concierto para violonchelo y orquesta que ocupó su parte central había sido introducido en una película, titulada Engaño, donde uno de los protagonistas interpreta la composición en público. Hablamos de una obra similar en concepto al célebre Concierto de Varsovia de Richard Addinsell, pero el Concierto de Korngold es más neoclásico. Eso sí, sus tres secciones se suceden sin pausa, y al solista se le piden numerosos cambios de humor en muy poco tiempo, que no deben borrar la cuidadísima construcción de la obra. Afortunadamente, en esta ocasión se contó con la violonchelista Anne Gastinel, que ofreció una lección sobre cómo sacarle el máximo partido, con gran seguridad técnica y aplomo. El director gibraltareño Karel Mark Chichon acompañó con gran cuidado y aprovechó en plenitud la especial brillantez del sonido actual de la Orquesta Sinfónica de Euskadi. Como propina, chelista y orquesta ofrecieron Koll Nidre, una obra fundamental de Max Bruch, (autor judío, igual que Korngold), que ofrece aquí una fantasía en torno a una melodía característica de los rituales musicales de los judíos en Europa central.

El concierto se había abierto con una obra de Andris Zednitis, autor letón de quien escuchamos el postludio de una de sus óperas. Hablamos de música construida con atención al color sonoro y de tinte ligetiano por su espiritualidad y acumulación de texturas, pero que, a juzgar por los apresurados aplausos del público, apenas encontró eco. Fue más interesante la selección del ballet Romeo y Julieta de Prokofiev, que Karel Mark Chichon ordenó muy acertadamente de acuerdo con el argumento de la obra. El director gibraltareño ofreció momentos realmente emotivos, sobre todo en las secciones más intimistas, (La joven Julieta, la escena en el balcón), donde consiguió hacer asomar el lirismo inconfundiblemente inquietante característico del compositor soviético. Por lo demás, Karel Mark Chichon aprovechó el virtuosismo de la Orquesta Sinfónica de Euskadi para conseguir clímax realmente impactantes, (Muerte de Teobaldo), mientras que otros momentos no consiguieron la atmósfera cargante que necesitaban, (la célebre Capuletos y Montescos). Eso sí, lo mejor de todo se alcanzó en Romeo ante la tumba de Julieta, que encontró a la Orquesta Sinfónica de Euskadi en su mejor forma. Fue muy emotivo el silencio que Karel Mark Chichon consiguió concitar al final.

En conjunto, la velada ofreció una novedad muy interesante, como fue el Concierto para violonchelo de Korngold, y nos reunió una vez más con un ballet de Prokofiev que nos gustaría especialmente poder escuchar completo en concierto. Sería una experiencia muy enriquecedora.

Autor entrada: xabier armendariz

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